La historia detrás de The 2nd Law – y la primera gira épica del año. Por
David Fricke“De comportamiento muy errático”, Matt Bellamy dice estas palabras con una sonrisa de entre vergüenza y satisfacción. El cantante-guitarrista y principal compositor del trío de rock Muse, recuerda los antiguos reportes de clase de sus días de escuela en Teignmouth, un pueblo costero ubicado al suroeste de Inglaterra. “Era escandaloso y revoltoso”, admite Bellamy, de 34 años, “no al punto de llegar a destruir la sala, sino que más bien en el sentido de ser contestador con el profesor. Tengo una mente errática. Me muevo de forma repentina y me cuesta enfocarme en una cosa.”
“Tengo lo opuesto a eso también,” añade rápidamente, “me obsesiono con detalles extraños que otra gente nunca tomaría en cuenta”.
La excéntrica intensidad y la energía nerviosa y beligerante de Bellamy llenan todo el escenario en la reciente gira mundial de Muse, la cual llegó a los Estados Unidos el 21 de enero en San Diego. En su calidad de hombres de espectáculo, Bellamy, el bajista Chris Wolstenholme y el baterista Dominic Howard son los Pink Floyd de su generación. La más reciente producción de Muse cuenta con lásers color violeta y elaborados cortometrajes proyectados en las pantallas de una pirámide invertida, suspendida sobre la banda. En la parte inferior, Bellamy, con un traje de cuero negro, emula poses de guitar-hero y enciende efectos scratch como una combinación de Jimmy Page de Led Zeppelin y Tom Morello de Rage Against The Machine.
Pero este es un rock progresivo cargado con un pavor fuera de lo común: un apocalipsis inminente de desastre ambiental y colapso socio-económico. Un Bellamy adicto a los noticiarios y ávido lector de literatura científica le dio el nombre al último álbum de Muse, The 2nd Law, en base a la segunda ley de termodinámica, que advierte que el movimiento constante y el crecimiento sin fin son insostenibles. “Todo en nuestros genes nos dice cómo pelear y sobrevivir, para ir por más,” explica Bellamy, “Pero vivimos en tiempos donde tenemos que analizar bien eso.” En un punto del show, las pantallas muestran un grupo de jóvenes escapando por industrias en ruinas de fuerzas naturales vengativas.
Morello, un fan de hace mucho tiempo, describe a Muse como “un logro singular, políticos a través del emblemático espectáculo de Queen. Es difícil ser una banda de estadios en estos días y época. Y es aún más complejo tocar en estadios con un mensaje,” pero Muse “puede hacer espectáculos astronómicos con letras que dan para pensar. El significado llega del poder que tiene la banda.”
Bellamy, sin embargo, no ha cambiado demasiado desde esos reportes escolares, de acuerdo a sus compañeros de banda. Él, Wolstenholme y Howard formaron la banda en 1994, cuando eran adolescentes de la misma escuela, inspirados por Rage, Rush y Nirvana. “Es como ver a un hombre chiflado, a veces,” dice Wolstenholme, de 34 años. “Matt tiene un cerebro que funciona a toda marcha. Siempre está a cuatro o cinco pasos por delante de los demás.”
“Matt puede volverse obsesivo,” confirma Howard, de 35 años. Y advierte, “No es fácil seguirle el ritmo.”
Bellamy es como un motor de carrera durante el almuerzo en un hotel de Manhattan. Es un hombre nervudo de complexión compacta, y algunas partes de su cuerpo siempre están en movimiento: las manos, un pié golpeteando o una rodilla yendo de arriba hacia abajo. La conversación también pega saltos, a medida que Bellamy gira del tema de su niñez y los primeros años de Muse – “Era un obsesivo” – al efecto centrado de la paternidad. Bellamy, quien tiene un hijo de 19 meses, Bingham, con su pareja la actriz Kate Hudson, dice que escribió “Follow Me” de The 2nd Law, con la idea de “asimilar el sentimiento de proteger a alguien más, deseando crear seguridad.”
El cantante habla sobre su propio padre con deleite y ligera envidia. A principios de los sesentas, George Bellamy fue el guitarrista de The Tornados, la banda británica cuyo instrumental space-rock, “Telstar”, llegó al número 1 en Estados Unidos en 1962. Él compartió escenario con Los Beatles y tocó en sesiones con Page, en ese entonces pre-Led Zeppelin. “Hay cosas que quiero preguntarle sobre cómo era todo en ese tiempo,” dice Matt, “Pero en esos días, él era como un empleado más. No había derechos de autor.” En Teignmouth, George maneja un negocio de construcción junto a su hermano.
Matt tenía 12 años cuando sus padres se separaron. Gran Bretaña estaba en una recesión mayor en aquel entonces. “Mi familia básicamente se fue a la quiebra,” cuenta, “terminé con mi madre, rentando casas, mudándonos cada seis meses. Definitivamente es de ahí donde provino mi interés por la economía.” Él también cita a su hermano Paul, un genio de los números en la escuela que hoy es el principal encargado de establecer apuestas (odds-maker) en la industria de apuestas deportivas de Gran Bretaña: “él me ayudó a entender el lado matemático y racional de lo que pasa en el mundo.”
Howard admite que no tenía idea de lo que era la segunda ley de termodinámica hasta “antes de que Matt presentara la idea” pero Muse “no es una dictadura extraña”, enfatiza el baterista. “Matt escribe sobre esas inmensas teorías bizarras y nosotros las humanizamos juntos.”
David Campbell, quien dirigió las orquestas de cuerda, viento y el coro en The 2nd Law (y quien también resulta ser padre de Beck), notó el parecido entre Bellamy y otros dos tipos que él conoce: Bono y The Edge de U2. “Bono es el hombre de la idea final y The Edge es el hombre de los detalles,” comenta Campbell, quien trabajó con el dúo en el show de Broadway: Spider-Man, Turn Off The Dark. “Matt tiene esas dos cosas juntas. Él es exhaustivo y preciso en sus ideas. Pero si se presentaba la oportunidad de ampliar algo, él se mostraba totalmente dispuesto.”
Bellamy reconoce una conexión indirecta con U2. Su madre, Marilyn, es del norte de Irlanda, y él recuerda haber pasado veranos ahí en los ochentas, “viendo pósters de propaganda política con calaveras, niños con armas, y en medio de eso, pósters de la portada del disco de U2, The Joshua Tree, y de ellos luciendo serios y con los pies bien puestos en la tierra.” En casa, cuando Bellamy oía los discos de U2 sonando en la habitación de su hermano, “evocaba esa imagen de Irlanda del Norte, los problemas. Eso le dio a U2 una autenticidad que me hizo ver su música como algo real, no como esos artistas manufacturados haciendo eso claramente por otras razones.”
En un punto del almuerzo, Bellamy menciona sus experimentos de juventud con “ciertos alucinógenos naturales” – hongos silvestres que crecen con abundancia en Teignmouth. “Es una combinación de caca de vaca, humedad constante y sol”, dice. Bellamy comenzó a consumirlos “desde los 14, 15 años. No los tomaba en exceso.” Pero Muse grabó su álbum Origin of Symmetry del 2001, bajo una fuerte dieta de este hongo, “sólo para ver qué pasaba”. El resultado fue el primer Top 5 de la banda entre los más vendidos de Gran Bretaña.
Tom Kirk, otro compañero de escuela en Teignmouth, quien dirige los vídeos empleados en los conciertos de Muse, recuerda algunos de los primeros conciertos donde Bellamy “rompía equipamientos, y se descargaba por completo. Ya fuera rabia o emoción, él lo expresaba a través de la música.”
Ninguno de los miembros de Muse es originario de Teignmouth, la familia de Bellamy se mudó ahí desde Cambridge, Howard, un ex estudiante de arte que se preocupa de las portadas de los discos de Muse y los vídeos, nació en Manchester, su padre era un sastre especializado en confección de vestimentas de iglesia y batas de graduación. (El padre de Howard murió de un ataque cardíaco el 2004, una hora después de ver la presentación de su hijo en el festival británico Glastonbury). Wolstenholme es de Rotherham, cerca de Sheffield, él se fue a Teignmouth con su madre luego que sus padres se divorciaran. Wolstenholme tenía 17 cuando su padre, un trabajador siderúrgico, falleció a causa del alcohol. El bajista desarrolló su propio problema con el trago, que alcanzó un punto álgido cuando Muse grababa su álbum del 2009, The Resistance.
“Lo que me sorprendió,” comenta, “fue que cuando Matt y Dom hablaban conmigo, siempre decían “Si tú no estás en esta banda, entonces no hay banda.” Wolstenholme, que es casado con seis hijos, dejó de beber el 1ero de abril de 2008. Escribió “Save Me” de The 2nd Law “sobre mi familia y Matt y Dom, la gente que me ayudó a salir adelante, a pesar de lo que les has hecho pasar.”
Bellamy y Howard, por su parte, “nunca paran de discutir”, señala el primero, “por casi todo – como dónde debería estar la orquesta, si deberíamos poner un sintetizador… Dom se resiste a cambiar, a veces. Él es el mayor defensor de la idea de que ‘somos un grupo de tres personas’. Yo soy muy ansioso con los cambios.” Hay otra cosa, Howard es “de ese tipo de personas que no se molesta y trata de ser cool”, dice Bellamy, “Me encanta joder con eso.”
Howard se encoge de hombros alegremente cuando escucha lo que Bellamy dice. “Hemos estado en una banda durante 18 años,” responde el batería. “Estamos en los treinta. Y todavía actuamos como niños – a veces.”
Bellamy y Howard, que es soltero, tienen casas a cinco minutos de distancia en Londres. Wolstenholme también vive lo suficientemente cerca, por lo que él y Bellamy pasan con frecuencia en casa de Howard, “con todos los niños corriendo por el jardín,” señala el baterista. Wolstenholme asegura que él ve “una alegría” en Bellamy “que no había visto antes. Es tan simple como en la forma en que sonríe.”
“Lo mejor de estar en una banda con gente que conoces desde la escuela,” comenta Bellamy, “es que podemos disfrutar de todo lo que hemos logrado. Ese es un gran viaje para compartir con tus mejores amigos. Lo que nos mantiene juntos es el simple deseo de pasar el rato con tus compañeros.”
Créditos a: musenewses.wordpress.com